Te conozco bien...
gozaste en todos mis amargos renuncies,
me prometiste alivio y me llevaste,
a sucumbir el deseo de implotar.
Sos el espejo de mis vanidades,
sos la mitad que se vuelve contra mí,
alguien borroso, no pienso en nadie.
A donde empiezo yo vos terminás
y me pregunto ¿quién sos?
 quién sos, quién sos...

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